Quieres saber porque se hincha tu vientre; aquí te decimos porque y como disminuirla
Si eres mujer sabrás de lo que te hablare este día bueno pasando al tema hoy trataremos de aplicarte las causas del vientre inflamado y ta...
Si eres mujer sabrás de lo que te hablare este día bueno pasando al tema hoy trataremos de aplicarte las causas del vientre inflamado y también como poder reducirlo y eliminar la hinchazón de tu vientre, sabrás también que andar inflamada es una sensación algo incomoda y hay ocasiones en las que ni tu misma ropa te queda de tanto abultamiento en la parte del estómago por todo esto pasamos las mujeres pero esperamos resolver tu problema y que tus días sean más llevaderos.
Causas de vientre hinchado.
El abdomen es una de las partes del cuerpo que más se inflaman. Este inconveniente afecta a la tercera parte de las mujeres y aparece más de una vez por semana.
Si bien no es algo grave, puede ser un fastidio porque se acompaña con dolor, gases o estreñimiento.
Las principales causas de hinchazón en el vientre son:
Síndrome premenstrual
Es el desencadenante más recurrente de inflamación abdominal. Durante este período previo a la menstruación se reduce la producción de prostaglandinas, lo que causa retención de líquidos, así como también hinchazón abdominal y en las mamas.
Acumulación de gases
El aire se va a acumulando en el abdomen y al intentar salir lo distiende. Por esta razón después de la comida la situación empeora. Durante la digestión se producen muchos gases que tardan en salir del cuerpo.
Retención de líquidos
Estar muchas horas de pie o sentado es una de las causas de vientre hinchado, ya que el agua se va acumulando en esta área.
La retención de líquidos, además, se “junta” con el sedentarismo, la mala circulación y el exceso de sal o azúcar. También puede darse si no se practica ejercicio y no se bebe suficiente agua.
Intolerancias
Estreñimiento
Nos damos cuenta de que se trata de una intolerancia porque las molestias y la hinchazón empiezan tras comer determinado alimento y pueden incluir diarreas.
La intolerancia más frecuente es a la lactosa (azúcar de la leche), que se produce cuando hay una deficiencia en la enzima lactasa.
Enfermedades hormonales
Cuando se retienen líquidos en las piernas o vientre bajo las causas pueden ser trastornos hepáticos, renales o cardíacos. El uso de ciertos medicamentos también ocasionan alteraciones hormonales y, con ellas, aumento de peso.
Colon irritable
La acumulación de gases en el intestino es también causal de hinchazón. En este caso se combinan varios síntomas: dolor abdominal, problemas para ir al baño, molestias intestinales crónicas o recurrentes.
La culpa la tiene una alteración en la flora bacteriana.
Comer deprisa
A veces no nos damos cuenta de que, en lugar de comer, simplemente deglutimos, sin masticar prácticamente los alimentos.
Este hábito es malo por varios motivos:
Primero: porque la sensación de saciedad tarda casi media hora en “llegar” al cerebro.
Segundo: porque nos hace comer más.
Tercero: porque al tragar ingresa aire al organismo que luego se traduce en hinchazón.
Consumir frituras
Los empanados, las croquetas, los rebozados y los estofados son básicamente la dieta de muchas personas. Las frituras causan una ralentización en la digestión de las grasas y, por ende, aumentan la hinchazón tras las comidas.
Beber refrescos
Las burbujas hinchan. Eso resume todo.
Consumir refrescos con gas inflama el vientre y en el caso de optar por las bebidas azucaradas tenemos un doble perjuicio porque las calorías vacías que se ingieren contribuyen a ganar peso.
Y atención porque el agua con gas también puede causar esa sensación de abdomen inflamado aunque no tenga azúcar.
Comer fibras de más o de menos
La falta de este nutriente está relacionada con el estreñimiento (y por ello con la hinchazón), pero no es bueno tampoco consumirlo en exceso.
Así es: la fibra puede ser contraproducente, ya que puede provocar diarrea e inflamación intestinal.
Consumir demasiadas harinas
La bollería, las pizzas, las pastas (entre otras comidas que forman parte de nuestro menú cotidiano) pueden provocar una falta de fuerza digestiva.
Esto quiere decir que en el estómago se agotan las enzimas antes de terminar la tarea de digerir los alimentos.
Por lo tanto, estos alimentos quedan “almacenados” donde no deben y al descomponerse provocan gases, dispepsias e hinchazón abdominal.
Consejos para reducir la hinchazón abdominal
Una vez que hemos identificado los motivos por los cuales se hincha el vientre, el siguiente paso es cambiar ciertos hábitos o entrar en acción para que no siga sucediendo.
Entre los tips que te pueden ayudar encontramos:
Reducir el consumo de sal.
Beber al menos dos litros de agua por día. Elegir zumos naturales en lugar de bebidas carbonatadas o refrescos.
Evitar la ingesta de laxantes, porque crean dependencia o diarreas.
Comer de manera pausada y masticar varias veces cada bocado. Dejar de lado el estrés, ya que puede ocasionar retención de líquidos.
Evitar alimentos que causen gases (por ejemplo, las legumbres o las alcachofas).
Consumir yogures naturales para equilibrar la flora intestinal.
Realizar un análisis que determine la intolerancia a un alimento en particular.
Reemplazar el alimento “prohibido” (por ejemplo, tomar leche de almendras en lugar de la de vaca)
Comer la cantidad adecuada de fibras al día. Incluir más verduras y frutas crudas.
Hacer ejercicio para ayudar al aire a salir del cuerpo y ejercer presión en la zona hinchada para favorecer la eliminación de gases.
Reducir la ingesta de frituras y comida basura. Cocinar al horno, al vapor o hervir los alimentos.
Elegir harinas integrales en lugar de refinadas.
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Causas de vientre hinchado.
El abdomen es una de las partes del cuerpo que más se inflaman. Este inconveniente afecta a la tercera parte de las mujeres y aparece más de una vez por semana.
Si bien no es algo grave, puede ser un fastidio porque se acompaña con dolor, gases o estreñimiento.
Las principales causas de hinchazón en el vientre son:
Síndrome premenstrual
Es el desencadenante más recurrente de inflamación abdominal. Durante este período previo a la menstruación se reduce la producción de prostaglandinas, lo que causa retención de líquidos, así como también hinchazón abdominal y en las mamas.
Acumulación de gases
El aire se va a acumulando en el abdomen y al intentar salir lo distiende. Por esta razón después de la comida la situación empeora. Durante la digestión se producen muchos gases que tardan en salir del cuerpo.
Retención de líquidos
Estar muchas horas de pie o sentado es una de las causas de vientre hinchado, ya que el agua se va acumulando en esta área.
La retención de líquidos, además, se “junta” con el sedentarismo, la mala circulación y el exceso de sal o azúcar. También puede darse si no se practica ejercicio y no se bebe suficiente agua.
Intolerancias
Estreñimiento
Nos damos cuenta de que se trata de una intolerancia porque las molestias y la hinchazón empiezan tras comer determinado alimento y pueden incluir diarreas.
La intolerancia más frecuente es a la lactosa (azúcar de la leche), que se produce cuando hay una deficiencia en la enzima lactasa.
Enfermedades hormonales
Cuando se retienen líquidos en las piernas o vientre bajo las causas pueden ser trastornos hepáticos, renales o cardíacos. El uso de ciertos medicamentos también ocasionan alteraciones hormonales y, con ellas, aumento de peso.
Colon irritable
La acumulación de gases en el intestino es también causal de hinchazón. En este caso se combinan varios síntomas: dolor abdominal, problemas para ir al baño, molestias intestinales crónicas o recurrentes.
La culpa la tiene una alteración en la flora bacteriana.
Comer deprisa
A veces no nos damos cuenta de que, en lugar de comer, simplemente deglutimos, sin masticar prácticamente los alimentos.
Este hábito es malo por varios motivos:
Primero: porque la sensación de saciedad tarda casi media hora en “llegar” al cerebro.
Segundo: porque nos hace comer más.
Tercero: porque al tragar ingresa aire al organismo que luego se traduce en hinchazón.
Consumir frituras
Los empanados, las croquetas, los rebozados y los estofados son básicamente la dieta de muchas personas. Las frituras causan una ralentización en la digestión de las grasas y, por ende, aumentan la hinchazón tras las comidas.
Beber refrescos
Las burbujas hinchan. Eso resume todo.
Consumir refrescos con gas inflama el vientre y en el caso de optar por las bebidas azucaradas tenemos un doble perjuicio porque las calorías vacías que se ingieren contribuyen a ganar peso.
Y atención porque el agua con gas también puede causar esa sensación de abdomen inflamado aunque no tenga azúcar.
Comer fibras de más o de menos
La falta de este nutriente está relacionada con el estreñimiento (y por ello con la hinchazón), pero no es bueno tampoco consumirlo en exceso.
Así es: la fibra puede ser contraproducente, ya que puede provocar diarrea e inflamación intestinal.
Consumir demasiadas harinas
La bollería, las pizzas, las pastas (entre otras comidas que forman parte de nuestro menú cotidiano) pueden provocar una falta de fuerza digestiva.
Esto quiere decir que en el estómago se agotan las enzimas antes de terminar la tarea de digerir los alimentos.
Por lo tanto, estos alimentos quedan “almacenados” donde no deben y al descomponerse provocan gases, dispepsias e hinchazón abdominal.
Consejos para reducir la hinchazón abdominal
Una vez que hemos identificado los motivos por los cuales se hincha el vientre, el siguiente paso es cambiar ciertos hábitos o entrar en acción para que no siga sucediendo.
Entre los tips que te pueden ayudar encontramos:
Reducir el consumo de sal.
Beber al menos dos litros de agua por día. Elegir zumos naturales en lugar de bebidas carbonatadas o refrescos.
Evitar la ingesta de laxantes, porque crean dependencia o diarreas.
Comer de manera pausada y masticar varias veces cada bocado. Dejar de lado el estrés, ya que puede ocasionar retención de líquidos.
Evitar alimentos que causen gases (por ejemplo, las legumbres o las alcachofas).
Consumir yogures naturales para equilibrar la flora intestinal.
Realizar un análisis que determine la intolerancia a un alimento en particular.
Reemplazar el alimento “prohibido” (por ejemplo, tomar leche de almendras en lugar de la de vaca)
Comer la cantidad adecuada de fibras al día. Incluir más verduras y frutas crudas.
Hacer ejercicio para ayudar al aire a salir del cuerpo y ejercer presión en la zona hinchada para favorecer la eliminación de gases.
Reducir la ingesta de frituras y comida basura. Cocinar al horno, al vapor o hervir los alimentos.
Elegir harinas integrales en lugar de refinadas.