Una copa diaria de vino tinto; descubre aqui las ventajas... un placer muy saludable
Beneficios que aporta el vino a diario Estas son las ventajas confirmadas sobre el consumo de una copa de vino tinto por día: Reduce el...
Beneficios que aporta el vino a diario
Estas son las ventajas confirmadas sobre el consumo de una copa de vino tinto por día:
Reduce el riesgo de fallecimiento por variadas causas
En Europa, las investigaciones afirman que el consumo de entre 22 y 32 gramos de alcohol por día tiene un efecto “protector” de la salud, evitando la mortalidad por muchas causas.
En Dinamarca, Francia e Inglaterra se dice también que beber vino de manera moderada es mejor que la cerveza u otras bebidas alcohólicas.
Disminuye el efecto del cigarrillo.
El vino sirve para regular los daños que genera el tabaco en los vasos sanguíneos, ya sea para relajarse o vasodilatarse.
Sobre todo, tiene efectos positivos en el endotelio, una capa de células que reducen la fricción entre los vasos linfáticos y sanguíneos, y en el corazón.
Previene enfermedades cardiovasculares
Es uno de los efectos más conocidos del vino tinto, siempre y cuando se consuma según la proporción adecuada y regularmente.
Los científicos dicen que el vino tinto reduce la posibilidad de padecer una enfermedad coronaria, reduciendo la producción de colesterol malo (LDL) y aumentando el bueno (HDL).
Tiene efectos anticoagulantes y antitrombóticos
Esto no solo se consigue bebiendo vino cada día, sino que se ha detectado que los consumidores esporádicos tienen menor cantidad de proteína fibrinógena, lo que promueve la formación de coágulos de sangre.
Previene la aparición de aterosclerosis
Esta es una de las enfermedades causadas por la degeneración de las arterias. El vino permite contrarrestar sus síntomas y hasta puede evitar que aparezca.
La aterosclerosis sucede cuando los vasos sanguíneos pierden su capacidad de relajarse.
El alcohol de esta bebida ayuda a los vasos a permanecer saludables gracias a la formación de óxido nítrico, sustancia fundamental en la relajación vascular.
Equilibra la presión arterial
Si bien se sabe que el consumo excesivo de alcohol provoca hipertensión, beber una copa de vino al día (150 ml) tiene el efecto contrario para las personas que sufren de este problema, ya que baja la presión luego de una comida.
Reduce la formación de cálculos renales
La ingesta diaria de vino tinto disminuye el riesgo de desarrollo de piedras en el riñón.
Evita la aparición de la enfermedad de Alzheimer
las investigaciones demostraron que el resveratrol (un compuesto del vino tinto) produce efectos neuroprotectores, ayudando a que esta condición no se desarrolle.
Entre otras ventajas del vino, se destacan:
Previene la demencia.
Reduce el riesgo de padecer artritis reumática.
Previene la gripe y los resfríos.
Minimiza la posibilidad de sufrir cáncer de garganta.
Ayuda a mantenerse despiertos o en vigilia.
Sirve para hacer la digestión.
Mejora la circulación sanguínea.
Reduce los riesgos de padecer diabetes.
Previene el envejecimiento prematuro de las células de la memoria.
Mejora las várices.
Evita el cáncer de próstata.
Favorece la asimilación de las proteínas.
Mejora la piel.
Ayuda en la visión y previene enfermedades como la retinopatía diabética.
Reduce el dolor y las molestias de las hermorroides.
Disminuye las alergias por sus propiedades antihistamínicas.
Evita la formación de coágulos de sangre.
Estas son las ventajas confirmadas sobre el consumo de una copa de vino tinto por día:
Reduce el riesgo de fallecimiento por variadas causas
En Europa, las investigaciones afirman que el consumo de entre 22 y 32 gramos de alcohol por día tiene un efecto “protector” de la salud, evitando la mortalidad por muchas causas.
En Dinamarca, Francia e Inglaterra se dice también que beber vino de manera moderada es mejor que la cerveza u otras bebidas alcohólicas.
Disminuye el efecto del cigarrillo.
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El vino sirve para regular los daños que genera el tabaco en los vasos sanguíneos, ya sea para relajarse o vasodilatarse.
Sobre todo, tiene efectos positivos en el endotelio, una capa de células que reducen la fricción entre los vasos linfáticos y sanguíneos, y en el corazón.
Previene enfermedades cardiovasculares
Es uno de los efectos más conocidos del vino tinto, siempre y cuando se consuma según la proporción adecuada y regularmente.
Los científicos dicen que el vino tinto reduce la posibilidad de padecer una enfermedad coronaria, reduciendo la producción de colesterol malo (LDL) y aumentando el bueno (HDL).
Tiene efectos anticoagulantes y antitrombóticos
Esto no solo se consigue bebiendo vino cada día, sino que se ha detectado que los consumidores esporádicos tienen menor cantidad de proteína fibrinógena, lo que promueve la formación de coágulos de sangre.
Previene la aparición de aterosclerosis
Esta es una de las enfermedades causadas por la degeneración de las arterias. El vino permite contrarrestar sus síntomas y hasta puede evitar que aparezca.
La aterosclerosis sucede cuando los vasos sanguíneos pierden su capacidad de relajarse.
El alcohol de esta bebida ayuda a los vasos a permanecer saludables gracias a la formación de óxido nítrico, sustancia fundamental en la relajación vascular.
Equilibra la presión arterial
Si bien se sabe que el consumo excesivo de alcohol provoca hipertensión, beber una copa de vino al día (150 ml) tiene el efecto contrario para las personas que sufren de este problema, ya que baja la presión luego de una comida.
Reduce la formación de cálculos renales
La ingesta diaria de vino tinto disminuye el riesgo de desarrollo de piedras en el riñón.
Evita la aparición de la enfermedad de Alzheimer
las investigaciones demostraron que el resveratrol (un compuesto del vino tinto) produce efectos neuroprotectores, ayudando a que esta condición no se desarrolle.
Entre otras ventajas del vino, se destacan:
Previene la demencia.
Reduce el riesgo de padecer artritis reumática.
Previene la gripe y los resfríos.
Minimiza la posibilidad de sufrir cáncer de garganta.
Ayuda a mantenerse despiertos o en vigilia.
Sirve para hacer la digestión.
Mejora la circulación sanguínea.
Reduce los riesgos de padecer diabetes.
Previene el envejecimiento prematuro de las células de la memoria.
Mejora las várices.
Evita el cáncer de próstata.
Favorece la asimilación de las proteínas.
Mejora la piel.
Ayuda en la visión y previene enfermedades como la retinopatía diabética.
Reduce el dolor y las molestias de las hermorroides.
Disminuye las alergias por sus propiedades antihistamínicas.
Evita la formación de coágulos de sangre.