Recetas para alejar las envidias de tu hogar, negocio, y de tu persona; mira cómo elaborar un escudo anti malas vibras y energías negativas

Sabías que la sal es un ingrediente que además de ser utilizado en la cocina para sazonar, también es utilizado para  proteger tu casa y persona de malas energías o malas vibras provocadas por la envidia de la gente. Es por eso que en este artículo nos dimos la tarea de recomendarte este truco con el ingrediente principal que es la sal para realizar un remedio o escudo para tu hogar que los protegerá de esa mala energía negativa.

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Seguramente te preguntas  ¿de dónde viene esta costumbre? Nosotras te lo vamos a explicar, asimismo te contaremos cuales son los mejores rituales para que puedas eliminar las malas energías.
Las primeras culturas utilizaban la sal como un elemento de lucha contra las fuerzas del mal.  Los griegos y romanos hacían lo propio, por otro lado los monjes  cristianos lo rociaban a los campanarios para bendecirlas y alejar a demonios a igual que los  japoneses dentro de sus casas. Además, los judíos aseguraban la pureza de sus ofrendas.

Así que si está interesada en eliminar esas malas energías de tu casa o de ti mismo, entonces toma nota a los siguientes rituales.
Protegernos del enemigo.  Si te preocupa la envidia o  sufrir ‘mal de ojo’, necesitas llevar siempre contigo un amuleto con sal para ahuyentar las malas vibras.  Ese ritual se realiza de la siguiente manera:

1. 50 gramos de ajo molido
2. 50 gr de comino
3. 50 gr de sal marina
4. 1 frasco  pequeño

Tienes que mezclar todos los ingredientes y colocarlo dentro del frasquito. Ese amuleto absorbe las energías negativas.

Sal sobre los hombros. Tan sólo tienes que tomar un puñado de sal y echarlo sobre tu hombro izquierdo. Ello estimula la prosperidad y aleja todo lo negativo como los malos espíritus. Para hacer un buen hechizo, debes de evitar que se caigan grandes cantidades al suelo porque es mala suerte. Si te ocurre ello, debes de limpiarlo con agua.
Purifica tu casa. Echa sal fina dentro de un recipiente y colócate en el centro de la habitación principal. Rocía toda la casa desde el centro hacia las esquinas siguiendo las manecillas del reloj. Se puede orar en el proceso.