Alivia las piernas cansadas solo con estos remedios caseros
Las piernas cansadas nos pasa tanto a hombres como a mujeres pero aquí te traemos unos remedios maravillosos para ese cansancio: pero ante...
Las piernas cansadas nos pasa tanto a hombres como a mujeres pero aquí te traemos unos remedios maravillosos para ese cansancio: pero antes te diré algunos hábitos para revertir esa pesadez, debes evitar estar en la misma posición por horas y mueve las piernas arriba abajo mientras estas sentada, elevar las piernas durante el día no te expongas mucho al sol, no tomar bebidas alcohólicas ni fumar solo son algunos hábitos que puedes hacer desde la comodidad de tu oficina y que te servirán de mucho a continuación te pasare las mejores recetas para ese problema que posiblemente se deba a mala circulación.
Remedios caseros para las piernas cansadas
Además de los buenos hábitos y ejercicios, puedes aprovechar las bondades de la naturaleza para reducir los síntomas:
Perejil
Beber una infusión hecha con esta planta aromática es bueno para mejorar las funciones circulatorias. Además, es diurética y evita problemas cardíacos.
Ingredientes
1 ramo de perejil
½ litro de agua
Preparación
Calienta el agua hasta que hierva y realiza una infusión con el perejil picado.
Retira del fuego y deja enfriar. Cuela y bebe 3 cucharadas al día.
También puedes preparar un zumo con el perejil crudo mezclado con un poco de agua en la licuadora.
Bebe hasta 2 tazas por día.
Diente de león
Tiene la capacidad de eliminar el exceso de líquidos del cuerpo y deshinchar las piernas. La infusión de esta planta es perfecta en casos de piernas cansadas.
Ingredientes
1 cucharadita de diente de león seco (5 g)
1 taza de agua (250 ml)
Preparación
Calienta el agua hasta que hierva, añade el diente de león y permite que se haga una decocción durante 5 minutos.
Retira del fuego y deja reposar 5 minutos más.
Filtra y bebe endulzado con miel o estevia. Puedes consumir hasta 3 tazas diarias.
Hamamelis
Es un remedio externo que sirve para masajear la zona afectada. Se recomienda en el caso de personas que trabajan muchas horas de pie cada día. Si no consigues el aceite esencial puedes hacer friegas con la infusión de la planta.
Ingredientes
1 puñado de hamamelis seco
1 litro de agua
Preparación
Calienta el agua y echa el hamamelis. Deja infusionar 10 minutos y cuela.
Echa el agua en un recipiente y, con un paño, haz friegas (ten cuidado de que no sean muy fuertes, sobre todo si tienes várices).
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Remedios caseros para las piernas cansadas
Además de los buenos hábitos y ejercicios, puedes aprovechar las bondades de la naturaleza para reducir los síntomas:
Perejil
Beber una infusión hecha con esta planta aromática es bueno para mejorar las funciones circulatorias. Además, es diurética y evita problemas cardíacos.
Ingredientes
1 ramo de perejil
½ litro de agua
Preparación
Calienta el agua hasta que hierva y realiza una infusión con el perejil picado.
Retira del fuego y deja enfriar. Cuela y bebe 3 cucharadas al día.
También puedes preparar un zumo con el perejil crudo mezclado con un poco de agua en la licuadora.
Bebe hasta 2 tazas por día.
Diente de león
Tiene la capacidad de eliminar el exceso de líquidos del cuerpo y deshinchar las piernas. La infusión de esta planta es perfecta en casos de piernas cansadas.
Ingredientes
1 cucharadita de diente de león seco (5 g)
1 taza de agua (250 ml)
Preparación
Calienta el agua hasta que hierva, añade el diente de león y permite que se haga una decocción durante 5 minutos.
Retira del fuego y deja reposar 5 minutos más.
Filtra y bebe endulzado con miel o estevia. Puedes consumir hasta 3 tazas diarias.
Hamamelis
Es un remedio externo que sirve para masajear la zona afectada. Se recomienda en el caso de personas que trabajan muchas horas de pie cada día. Si no consigues el aceite esencial puedes hacer friegas con la infusión de la planta.
Ingredientes
1 puñado de hamamelis seco
1 litro de agua
Preparación
Calienta el agua y echa el hamamelis. Deja infusionar 10 minutos y cuela.
Echa el agua en un recipiente y, con un paño, haz friegas (ten cuidado de que no sean muy fuertes, sobre todo si tienes várices).